Food Spark nació por medio de un proyecto universitario sobre el desperdicio de los alimentos en buen estado. Al investigar, descubrimos su impacto en los usuarios, los negocios y el medio ambiente. Lo que empezó como un análisis académico terminó convirtiéndose en un objetivo y un propósito: tomar acción para generar cambio.

Este propósito nos cautivó a emprender. Si este modelo estaba cambiando la forma en que la gente valoraba los alimentos en Europa, ¿por qué no replicarlo en Colombia, un país donde millones enfrentan inseguridad alimentaria y toneladas de comida terminan en la basura?

Decidimos no dejar un proyecto final de máster solo en papel, sino dar el primer paso hacia una solución real. Viajamos a Colombia, hablamos con negocios, consumidores y campesinos, y entendimos que el problema era notorio, pero la oportunidad de aportar a la solución también. Así nació Food Spark, una plataforma que conecta a establecimientos con excedentes de comida con personas que desean adquirirla a precios justos.

Nuestro objetivo es claro: menos desperdicio, más propósito. Queremos que en nuestro país se aprovechen los excedentes, se apoye a los productores y se cuide el planeta. Y este es solo el comienzo.